miércoles, 24 de abril de 2013


Protocolo: Vestido corto, largo, y de cóctel. ¿Cuándo ponerse cada uno?

¿Cuántas veces nos han invitado a un acto formal y hemos estado una semana calentándonos la cabeza con lo que nos vamos a poner? ¿Vestiré adecuada a la ocasión? ¿Me pasaré o no llegaré?
En estos casos conviene recordar las palabras de Coco Chanel “Viste vulgar y sólo verán el vestido, viste elegante y verán a la mujer”.
Nadie nos dirá que nuestra forma de vestir no es la adecuada, aunque lo sea; por esta razón lo mejor es conocer y atenerse a las normas de la etiqueta femenina, que aunque son mucho menos rígidas que las aplicadas al vestuario masculino, existen y hay que ponerlas en práctica.
 
En la etiqueta femenina existen tres tipos de vestidos y cada uno de ellos tiene su momento y su ocasión. Los recordamos:
El vestido corto.
Exclusivamente utilizado para la mañana, considerado de “media etiqueta”, es el equivalente femenino al traje de chaqueta.
Su largo debe ser el de la rodilla o un poco por encima, pero no debe llegar a ser minifaldero, el diseño y el tejido vendrán marcados por la moda y por el gusto de la invitada. Aunque para no fallar recomendamos un corte clásico y elegante.
Los complementos desempeñan un papel fundamental, sin sobrecargar. Por supuesto los zapatos de media altura, (también se admite el tacón alto y el zapato plano) y el bolso siempre a juego.
Y, siempre, incluso en verano, hay que vestir con medias.
El vestido de cóctel.
La elegancia de esta prenda está íntimamente ligada a la calidad de sus telas y al diseño elegido, pudiendo ser considerado de gran etiqueta acompañando tanto a un chaqué, un frac o un esmoquin, o de media etiqueta, con telas y diseños más sencillos, para acompañar a un traje de chaqueta.
Se puede utilizar tanto para el día como para la noche, sabiendo que los colores y diseños pueden ser mucho más atrevidos durante el día que para la tarde-noche.
Para eventos de mañana y primeras horas de la tarde se admiten pamelas y tocados
El bolso siempre es mucho más elegante de mano, combinado con los zapatos que pueden ser de media altura o planos para el día y también de media altura y altos por la tarde-noche. Aunque os recuerdo que el zapato de tacón alto estiliza mucho más las piernas de la mujer y el zapato plano siempre es más informal.
Y, siempre, incluso en verano, hay que vestir con medias.
El vestido largo.
Es la prenda de más etiqueta del vestuario femenino, originariamente acompañaba al frac y el esmoquin, pero actualmente también combina con el chaqué y con el traje de chaqueta oscuro. Exclusivo para la noche.
Estos vestidos se caracterizan por su elegancia, y los tejidos utilizados serán de gran calidad y también los complementos con los que lo acompañaremos.
Los diseños están muy influenciados por la moda, y debemos elegirlos conforme a nuestro gusto y personalidad: escotes sugerentes, pedrería, vaporosos, espaldas al aire, de colores intensos, estampados, ¡cómo tú quieras! Pero cuidado con intentar llevarlo todo, hay que saber cuándo parar.
Los zapatos serán altos y de tacón fino, el bolso siempre de mano.
Las joyas pocas y de gran calidad.
En cuánto a los colores, el negro sigue siendo “el color” pero como estamos viendo en la alfombra roja de Cannes la tendencia es utilizar colores lisos como verdes, azules oscuros, rojos, mints, colores pastel, blancos y metálicos. También hemos visto estampados florales, plumas y pedrería.
Y, como siempre, aquí también tenemos que vestir con medias

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