jueves, 13 de junio de 2013

Reglas de oro para vestir de forma correcta.

El vestuario de una persona, dejando a un lado la influencia de la moda, debe regirse por una serie de reglas o normas que todo el mundo debería tener en cuenta.
Adecuar el vestuario es estas normas, o al menos, a alguna de ellas:
   1. Tener en cuenta la edad. No le quedará lo mismo una prenda juvenil a una persona mayor y viceversa.
   2. El clima o estación del año. Es ridículo ver cómo se utilizan prendas de verano en invierno y al contrario.
   3. Las medidas. La constitución física condiciona, en muchos casos, el tipo de ropa a vestir. Los trucos de vestuario pueden ayudar, pero las prendas de vestir deben ser bien elegidas.
   4. ¿Dónde va y con qué motivo? No es lo mismo vestir para ir a trabajar que vestir para ir a una boda.  Cada ocasión requiere que se vista de una forma determinada.
   5. La hora del día. Es importante resaltar, sobre todo para determinados eventos como una boda, una entrega de premios, etc. que no se suele vestir de la misma manera durante el día que por la noche.
   7. Colorido. Dicen que es una extravagancia vestir con más colores que los de un parchís. Combinar dos o tres colores es más que suficiente. Hay que evitar parecer un muestrario de colores más que una persona bien conjuntada.  

6. La comodidad. Dentro de la libertad de elección entre decenas de posibilidades, la comodidad debe ser un criterio a tener en cuenta. El lema "hay que sufrir para presumir" no es cierto. Hay prendas muy cómodas sin por ello perder su elegancia o calidad.
   8. Más tela y menos "carne". Si se cuida y quiere lucir "tipo" hágalo en la playa o en la piscina, pero no por la calle, en una boda o en cualquier otro acto. Camisas desabrochadas hasta el ombligo, camisetas sin mangas, escotes muy pronunciados, espaldas al aire, etc. todo con medida y prudencia, sobre todo cuando son ceremonias religiosas y actos de relativa formalidad.
   9. Cero excesos. La calidad debe primar sobre la cantidad. No solo es válido para el vestuario sino, también para los complementos, el maquillaje, las joyas, etc
EL SPENCER:
El spencer es un tipo de frac, también conocido como "frac colonial", que apenas se utiliza en España. En algunos países anglosajones es nombrado como "black or white jacket".
De características muy similares al frac; una de las mayores diferencias es la chaqueta, que apenas tiene un poco de falda, y en el centro del talle, acaba en una ligera punta.
Al igual que su "hermano" el frac, es una prenda para utilizar únicamente por la noche, y en ocasiones de gran gala.
Las prendas básicas que componen este vestuario son:
El tejido del spencer puede ser en cualquier género en el que se confeccione el frac, (tejido de granito, o granito pólvora, generalmente), e incluso de hilo, con la diferencia que no lleva vistas de seda, como el frac. Los colores siempre oscuros, negro, o azul noche.
El chaleco, blanco, cruzado o sin cruzar, de piqué o moaré de seda.
La camisa con cuello de pajarita, de hilo o lino fino, con puños dobles para los gemelos.Los pantalones, iguales que los del esmoquin, con una banda lateral muy estrechita.
El lazo, corbata, negro.
En la cintura faja de seda de color blanco o negro, dependiendo de la ocasión. Si utilizamos abrigo con él, largo, de corte clásico, en negro o azul noche, de lana o tejido similar.
En lo que respecta al resto de complementos de esta indumentaria, zapatos (de charol negro, lisos y de cordones), sombrero (apenas utilizado), guantes, calcetines (finos, negros, de hilo o seda), etc. los mismos requisitos que hemos indicado para las distintas prendas del frac. El pañuelo, si se lleva, de hilo o algodón blanco.
Se utiliza en lugares cerrados, bailes, recepciones, teatro, ópera, etc. Es una prenda muy poco utilizada en casi todos los países.
Al igual que el frac, se admiten todas las condecoraciones, que se lucen en miniatura.
Al igual que el frac, el chaleco y la corbata, marcan el tipo de ceremonia-acto al que acudimos.
La corbata negra, y chaleco negro, son para actos religiosos, académicos y altas ceremonias de los tribunales.
La corbata blanca y el chaleco blanco, se utiliza en recepciones, cenas y celebraciones en general de gran gala

miércoles, 12 de junio de 2013

EL MENÚ EN GENERAL:
Cuando nos disponemos a diseñar el menú, debemos tener en cuenta varios aspectos fundamentales: número de invitados, tipo de evento, gustos o costumbres de los invitados, presupuesto y productos regionales que podemos utilizar. Una vez analizados estos elementos también tenemos que contar con: como combinan los platos elegidos entre ellos, época del año en que se celebra el evento, la hora, la secuencia de servicio de los platos y los vinos a servir con los mismos.
Es habitual tratar de agasajar a nuestros invitados con productos nacionales de calidad. Nuestro país, debido a su riqueza gastronómica y gran variedad de vinos nos ofrece muchas posibilidades para la confección de menús muy diversos. Debemos elegir cuidadosamente los productos básicos de nuestros menús, para evitar comidas demasiado ligeras o demasiado pesadas. Las comidas deben ser equilibradas teniendo en cuenta factores tales como tipo de invitados, hora del día y fecha del acto.

jueves, 30 de mayo de 2013

REGLAS DE ETIQUETA FRENTE A UNA PERSONA CON DISCAPACIDAD
No hay razón para sentirse incómodo al tratar con una persona que tiene una discapacidad. Este artículo le ofrece algunas sugerencias básicas que puede seguir. Y si alguna vez se siente inseguro acerca de qué hacer o decir a una persona con una discapacidad ¡simplemente pregunte!
Sugerencias generales.
  • PREGUNTE ANTES DE AYUDAR.

No dé por sentado que una persona necesita ayuda sólo porque tenga una discapacidad. Si el entorno es accesible, las personas con discapacidades se suelen manejar sin dificultad. Los adultos con discapacidades desean ser tratados como personas independientes. Ofrezca su ayuda sólo si la persona parece necesitarla. Y si acepta su ayuda, pregunte cómo ayudar antes de actuar.
  • SEA CAUTO CON EL CONTACTO FÍSICO.

Algunas personas con discapacidades dependen de sus brazos para mantener el equilibrio. Tomarlas del brazo—incluso si su intención es ayudar— podría hacerles perder el equilibrio. Evite dar palmadas a las personas en la cabeza o tocar su silla de ruedas, escúter o bastón. Las personas con discapacidades consideran que estos elementos son parte de su espacio personal.
  • PIENSE ANTES DE HABLAR.

Siempre diríjase directamente a la persona con una discapacidad, no a su acompañante, ni a su ayudante o intérprete de lenguaje de señas. Respete su privacidad. Si le pregunta acerca de la discapacidad, la persona puede sentir que la reduce a esa condición en vez de tratarla como a un ser humano. 
  • NO DÉ NADA POR SENTADO.

Las personas con discapacidades saben mejor que nadie lo que pueden o no hacer. No decida por ellas acerca de su participación en cualquier actividad. 
  • RESPONDA CON GENTILEZA A LAS SOLICITUDES.

Cuando las personas con una discapacidad le piden un lugar o una adaptación en su establecimiento, no se están quejando. Demuestran que se sienten lo suficientemente cómodas como para pedir lo que necesitan. Y si se les responde de manera positiva, es probable que vuelvan y comenten a sus amigos el buen servicio que recibieron.
  • SUGERENCIAS DE TERMINOLOGÍA.

Diga "persona con una discapacidad" en vez de "discapacitado". Diga "personas con discapacidades" en vez de "discapacitados". Si se refiere a discapacidades concretas, puede decir por ejemplo "una persona con síndrome de Tourette" o "una persona con parálisis cerebral". 
Evite utilizar términos anticuados como "minusválidos" o "lisiados". Tenga en cuenta que a muchas personas con discapacidades les disgustan la jerga o el eufemismo de términos como "con impedimentos físicos" o "con capacidades diferentes".
Diga "persona en silla de ruedas," en vez de "confinado a una silla de ruedas" o "limitado a una silla de ruedas". La silla de ruedas es lo que permite a esa persona moverse y participar en la sociedad; es un elemento de liberación, no de confinamiento.
Con cualquier discapacidad, evite las expresiones negativas que disminuyen a las personas como "víctima" o "persona que padece". Diga "persona con SIDA" en vez de "víctima del SIDA" o "persona que padece SIDA".
Puede utilizar expresiones idiomáticas cuando habla con una persona con discapacidades. Por ejemplo, decir "Me encantó verte" o "Nos vemos" a una persona ciega es absolutamente aceptable, ¡ellos también utilizan estas expresiones todo el tiempo!
Muchas personas Sordas se comunican con lenguaje de señas y se consideran miembros de una minoría cultural y lingüística. Se refieren a sí mismas como Sordas con "S" mayúscula, y se podrían ofender con expresiones como "con impedimentos auditivos". A otros puede no molestarles el término, pero en general es más seguro referirse a las personas con pérdida auditiva pero que se comunican con lenguaje hablado como "personas con problemas auditivos" y a las personas con pérdida auditiva profunda como Sordas o sordas.

Cómo llamar de forma correcta a un camarero

Un buen profesional siempre debe estar pendiente de las necesidades del cliente. Pero, en ocasiones, el cliente puede tener una necesidad concreta, por lo que debe requerir la atención del camarero ¿Cómo hacer esta petición de forma correcta?
La forma de llamar al camarero dice mucho de la buena o mala educación de una persona. Hay formas demasiado coloquiales de llamar a un camarero que son molestas e, incluso, ofensivas. En estos casos el camarero puede no atenderle o bien lo hará por el bien del "negocio" pero muy a su pesar.
Son de muy mal gusto, groseras o poco educadas: silbar al camarero, chistarle (llamar la atención de alguien con el sonido chist.), dar palmadas o dar voces para que le atienda, chasquear los dedos, o hacer aspavientos con la servilleta o cualquier otra prenda u objeto.
La forma correcta de reclamar la atención de un camarero o mesero, es muy simple. De forma discreta hay que levantar la palma de la mano abierta o bien semiabierta con dos o tres dedos. También, en muchas ocasiones, una simple mirada directa al camarero será interpretada como una petición de atención.
Si lo que quiere es pedir la cuenta, puede hacer este mismo gesto o bien hacer el gesto de escribir o firmar sobre su mano. Eso le indicará al camarero que solicita la cuenta.
En algunos lugares existe la costumbre de indicar al camarero que falta algo señalando o tomado un objeto en particular. Por ejemplo, si falta vino u otra bebida se levanta la botella o bien se la señala; si falta pan, se levanta o señala el cestillo del pan, etc. Es más correcto, solicitar la atención del camarero y una vez a su lado solicitarle el pan, la bebida o lo que necesite.

domingo, 19 de mayo de 2013




LA MANTILLA
Históricamente, la mantilla no ocupa un lugar importante en el vestuario femenino, hasta el siglo XIX. En este momento, la populariza Isabel II, con la cual se deja retratar en varias ocasiones. En esta época la mantilla adquiere una dimensión política y protagoniza la "revolución de las mantillas". Con ellas, las aristócratas madrileñas mostraron su españolidad y apoyo a la Casa de Borbón, frente a los Saboya.
Posteriormente, se sustituye la mantilla por la toquilla, para ir a misa los domingos. Aquélla es su evolución natural y viene a ser una especie de mantilla en pequeño formato, con forma triangular.
En el XX, el uso de la mantilla entra en decadencia. Se considera que su uso está pasado de moda. Frente al formalismo de los padres, se opone la informalidad de los hijos. Es, en definitiva, la oposición entre el "usted" y el "tú". En este ambiente, la mantilla renace con fuerza y recupera de nuevo el lugar que le corresponde.
Éste es el momento en que nos encontramos aunque se utiliza casi exclusivamente en los toros, en las bodas religiosas, en Semana Santa y en actos muy solemnes.
La mantilla se usará sólo en las bodas religiosas, no en las civiles, y se reserva exclusivamente a la madrina, a menos que en la invitación se pida a las invitadas que la luzcan, también. La madrina la llevará de color negro. En los toros, aunque ya no es tan usual como antaño, la mantilla será de color blanco y se podrá adornar con flores.
El uso de la mantilla en Semana Santa difiere de los anteriores y sigue reglas más estrictas. La mantilla se utiliza el Jueves Santo, en la visita a los monumentos eucarísticos y el Viernes Santo, en las procesiones. Se lleva con traje negro, de luto, en señal de duelo por la muerte de Nuestro Señor.
El traje ha de ser sobrio, sencillo, sin grandes escotes y, como es lógico, sin tirantes. En cuanto al largo de la falda, no debe superar la rodilla. Las medias deben ser negras lisas.
Por lo que respecta al zapato, se debe llevar también negro, cerrado o de salón, con un tacón medio (no más de 7 centímetros). Se acompaña con bolso de mano negro y rosario. Las joyas se procurará que sean de plata envejecida y las más habituales son una cadena con crucifijo, pendientes, rosario y broche para sujetar la mantilla. El maquillaje debe ser sencillo y natural, al igual que la manicura. El peinado despejado de frente y rostro y siempre recogido.

miércoles, 1 de mayo de 2013


EL PROTOCOLO EN LA CORONACIÓN DEL REY GUILLERMO ALEJANDRO Y MÁXIMA DE HOLANDA.


Los caballeros vistieron trajes oscuros mientras que las damas se excedieron un poco en el largo de sus vestidos pero respetaron el pedido de usar sombreros más pequeños y no tan exagerados.La realeza vistió este martes sus mejores galas para la ceremonia de coronación de los nuevos reyes de Holanda Guillermo Alejandro y Máxima, aunque tuvieron que respetar el protocolo del caso con ciertas excepciones. 
La tarjeta de invitación indicó las formalidades del vestuario requerido.Los caballeros debían vestir traje oscuro y las damas de corto, con las rodillas cubiertas. En este punto, se observó cierta transgresión ya que los vestidos eran más bien largos. En tanto, por un pedido expreso de la Casa Real,en la coronación se rompió con una de las costumbres más emblemáticas. Se les sugirió a las mujeres usar sombreros pequeños y no tan exagerados como acostumbran en los grandes eventos. El objetivo era que se les vieran los rostros.

miércoles, 24 de abril de 2013


Protocolo: Vestido corto, largo, y de cóctel. ¿Cuándo ponerse cada uno?

¿Cuántas veces nos han invitado a un acto formal y hemos estado una semana calentándonos la cabeza con lo que nos vamos a poner? ¿Vestiré adecuada a la ocasión? ¿Me pasaré o no llegaré?
En estos casos conviene recordar las palabras de Coco Chanel “Viste vulgar y sólo verán el vestido, viste elegante y verán a la mujer”.
Nadie nos dirá que nuestra forma de vestir no es la adecuada, aunque lo sea; por esta razón lo mejor es conocer y atenerse a las normas de la etiqueta femenina, que aunque son mucho menos rígidas que las aplicadas al vestuario masculino, existen y hay que ponerlas en práctica.
 
En la etiqueta femenina existen tres tipos de vestidos y cada uno de ellos tiene su momento y su ocasión. Los recordamos:
El vestido corto.
Exclusivamente utilizado para la mañana, considerado de “media etiqueta”, es el equivalente femenino al traje de chaqueta.
Su largo debe ser el de la rodilla o un poco por encima, pero no debe llegar a ser minifaldero, el diseño y el tejido vendrán marcados por la moda y por el gusto de la invitada. Aunque para no fallar recomendamos un corte clásico y elegante.
Los complementos desempeñan un papel fundamental, sin sobrecargar. Por supuesto los zapatos de media altura, (también se admite el tacón alto y el zapato plano) y el bolso siempre a juego.
Y, siempre, incluso en verano, hay que vestir con medias.
El vestido de cóctel.
La elegancia de esta prenda está íntimamente ligada a la calidad de sus telas y al diseño elegido, pudiendo ser considerado de gran etiqueta acompañando tanto a un chaqué, un frac o un esmoquin, o de media etiqueta, con telas y diseños más sencillos, para acompañar a un traje de chaqueta.
Se puede utilizar tanto para el día como para la noche, sabiendo que los colores y diseños pueden ser mucho más atrevidos durante el día que para la tarde-noche.
Para eventos de mañana y primeras horas de la tarde se admiten pamelas y tocados
El bolso siempre es mucho más elegante de mano, combinado con los zapatos que pueden ser de media altura o planos para el día y también de media altura y altos por la tarde-noche. Aunque os recuerdo que el zapato de tacón alto estiliza mucho más las piernas de la mujer y el zapato plano siempre es más informal.
Y, siempre, incluso en verano, hay que vestir con medias.
El vestido largo.
Es la prenda de más etiqueta del vestuario femenino, originariamente acompañaba al frac y el esmoquin, pero actualmente también combina con el chaqué y con el traje de chaqueta oscuro. Exclusivo para la noche.
Estos vestidos se caracterizan por su elegancia, y los tejidos utilizados serán de gran calidad y también los complementos con los que lo acompañaremos.
Los diseños están muy influenciados por la moda, y debemos elegirlos conforme a nuestro gusto y personalidad: escotes sugerentes, pedrería, vaporosos, espaldas al aire, de colores intensos, estampados, ¡cómo tú quieras! Pero cuidado con intentar llevarlo todo, hay que saber cuándo parar.
Los zapatos serán altos y de tacón fino, el bolso siempre de mano.
Las joyas pocas y de gran calidad.
En cuánto a los colores, el negro sigue siendo “el color” pero como estamos viendo en la alfombra roja de Cannes la tendencia es utilizar colores lisos como verdes, azules oscuros, rojos, mints, colores pastel, blancos y metálicos. También hemos visto estampados florales, plumas y pedrería.
Y, como siempre, aquí también tenemos que vestir con medias

viernes, 19 de abril de 2013


CONSEJOS PARA IR IMPECABLES A LA FERIA DE ABRIL:
Empezamos por el “lunes de pescaíto” costumbre que se deriva de la invitación que los dueños de las casetas daban a los montadores como colofón a su terminación. Es la prueba del alumbrado y de que todo funcione a la perfección para el día siguiente, que empieza realmente la Feria. Por lo que respecta a la indumentaria de esta noche, las señoras no irán vestidas de flamenca. Se aconseja una indumentaria mas arreglada, que puede consistir en un traje de una tela elegante, se admite también un vestido  y una chaqueta y como complemento para cubrirse se llevará el mantón de Manila. Se pondrán pendientes largos, que pueden ser de corales, turquesas, brillantes, piedras semipreciosas, perlas o zirconitas.
Los zapatos serán de tacón. Se admiten también sandalias, si el tiempo lo permite, siempre con medias. No se aconsejan llevar zapatos planos a no ser que sea por motivos de salud. El bolso será pequeño tipo cartera o de mano. El pelo se podrá llevar recogido o suelto y adornado con flores. A los señores se les exige traje azul marino o gris oscuro, camisa y corbata. Los zapatos, negros. Se puede llevar un pañuelo en el bolsillo de la chaqueta que alegre el color del traje. Por lo que respecta al resto de los días hasta el domingo, si vamos por la mañana, es mucho más cómodo ir vestida de flamenca, porque así no se estropea la ropa con el polvo y el albero. En este caso procuraremos llevar el pelo siempre recogido con un moño o trenza y encima de la cabeza una flor, que suele ser una rosa, no se deben de poner flores silvestres, reservadas para las romerías.  En el pelo se puede poner alguna peineta o peinecillo.
Como complemento al traje de flamenca serán los pendientes, que pueden ser largos, de corales, turquesas, pastas, cuentas de fantasía, etc.…. Se procurará que armonice con el color del traje de flamenca, lo mismo que el mantoncillo, que ira sujeto al traje con un broche. Se pueden llevar pulseras de pasta y algún collar que haga juego con los pendientes. Los zapatos serán de tacón especiales para flamenca, no se pondrán botos y alpargatas. También se suele llevar algún bolsito confeccionado con la misma tela del traje, para guardar el dinero, el móvil o la barra de labios. Además se llevará mantón de Manila para abrigarse, ya que por la noche refresca. 
Antes no se vestía de flamenca por la noche, porque se volvía a casa y se cambiaba de indumentaria para regresar otra vez. Hoy día es costumbre más común ir a mediodía y quedarse hasta “que el cuerpo aguante”. Si optamos por no ir vestida de flamenca, es costumbre ir con traje de chaqueta, que suele ser de lino; un traje pantalón o un vestido y encima una chaqueta o abrigo de primavera. Los colores serán vivos, pero siempre tendremos que tener en cuenta el tiempo. En la solapa de la chaqueta se debe de llevar una flor de tela. Los señores optarán por  trajes de color beige, arena, o blanco roto. Siempre con camisa y corbata, así como un zapato más variado. Pueden llevarse  también chaquetas  de tipo mil rayas.
Si por el contrario vamos por la noche, la indumentaria será más vestida. Hace algunos años, se acudía a la Feria por la noche con traje largo, hoy día esta costumbre se está perdiendo, pero como complemento siempre el mantón de Manila, pendientes largos, zapatos con tacón y con medias. Bolsos no muy grandes, tipo cartera o de colgar con cadenita. Los señores, trajes completos en color azul marino o gris oscuro; camisa, corbata y zapatos y calcetines negros. 
Por lo que respecta al comportamiento que debemos de observar cuando nos inviten a una caseta, tenemos que tener en cuenta que durante estos días van a ser como si fueran nuestras casas y cuando nos inviten nuestros amigos debemos de ser prudentes. No demorarnos mucho en nuestra llegada y sobre todo no acudir con muchas personas, ya que las casetas son muy pequeñas con muy poco espacio y nos sentiremos muy agobiados. Cuando nos despidamos, tendremos que agradecer la invitación y corresponder  ofreciéndoles nuestra caseta.  En  caso de no tenerla, y una vez que termine la Feria, habrá que  invitarles a tomar una copa o a cenar en nuestra casa o en otro lugar. 

jueves, 18 de abril de 2013

RECOMENDACIONES BÁSICAS A LA HORA DE ASISTIR A UN EVENTO





RECOMENDACIONES BÁSICAS A LA HORA DE ASISTIR A UN EVENTO:

Vivimos en una sociedad moderna, en la que podemos elegir entre infinidad de tejidos, colores y diseños a la hora de vestir. Es por esta alta variedad, por lo que en ocasiones nos planteamos cual es la vestimenta mas adecuada a la hora de acudir a un evento.
Siempre tenemos que tener en cuenta, que la etiqueta del evento, la decide el anfitrión, de acuerdo con el tipo de acto que va a celebrar y la formalidad del mismo, por lo que en muchas ocasiones, se especifica en la invitación.
De no ser así, debemos plantearnos 3 cuestiones básicas, en que estación del año se celebra, a que hora y que grado de formalidad tiene el acto. Con esto, y las pautas que encontrarás a continuación, podrás hacerte una idea de cual sería el atuendo adecuado.
No obstante, ante cualquier duda, pedir cordialmente al anfitrión que nos especifique la etiqueta requerida, es más que recomendable.
El uso de los colores
La gama de colores claros es recomendable para la mañanas, dejando para la tarde los tonos medios y la noche los oscuros.
El color negro es el color de gala por excelencia en el caso masculino, aunque es también reservado para actos fúnebres en ambos sexos.
La combinación de los colores ha de ser adecuada dejando a un lado las combinaciones arriesgadas, algo así como azul marino o marrón con negro.
En estaciones como primavera o verano, se abre el abanico de colores mas vivos frente a los de otoño o invierno.
Otros matices a tener en cuenta
Las tendencias de moda pueden sugerir nuestra vestimenta en cada temporada, pero no imponerla, puesto que siempre utilizaremos el sentido común y elegiremos aquellas prendas que mejor se adapten a las líneas de nuestro cuerpo y a nuestra edad.
Ni que decir, que la limpieza de la ropa es fundamental así como el estado impecable de las costuras, botones, etc…
Los tejidos naturales proporcionan mas durabilidad de las prendas frente a los sintéticos, en los que son habituales los llamados “brillos” de plancha.
Antes de asistir a una celebración hay que repasar las prendas con las que vamos a vestir, para comprobar su perfecto estado.
Siempre la sencillez y sobriedad, es preferible sobre el recargo y la estridencia de colores.